Los granulomas piógenos son tumores de tipo vascular, habitualmente pequeños. Aparecen en la piel y en la mucosa, como un crecimiento excesivo de tejido debido a irritación, trauma físico o factores hormonales. Se pueden observar a cualquier edad, si bien son más comunes en niños y mujeres embarazadas.
¿Qué son los granulomas piógenos?
Los granulomas piógenos son crecimientos cutáneos relativamente comunes, pequeños, redondos y, por lo general, de color rojo sanguinolento. Generalmente son pediculados, es decir, tienen la forma de un pequeño hongo.
Por lo general, son pequeñas protuberancias rojas y sangrantes. La lesión puede parecer lisa o puede tener una superficie áspera o con costras, especialmente si sangra mucho.
A menudo parece seguir a una lesión menor y crece rápidamente durante un período de unas pocas semanas hasta un tamaño promedio menor a dos centímetros.
Es frecuente que los padres relaten que la lesión aparece como una “manchita roja”, que al cabo de un par de semanas evoluciona hasta verse como se ha descrito.
Los granulomas piógenos se encuentran comúnmente en: las manos, dedos, brazos, rostro, cuello, pecho y espalda. También pueden crecer en: labios, párpados, genitales y dentro de la boca. En casos raros, pueden crecer en el ojo, en la conjuntiva o en la córnea.
¿Qué causa los granulomas piógenos?
No siempre está claro qué causa un granuloma piógeno. Estos crecimientos pueden ocurrir después de lesiones, o por traumatismos causados por picaduras de insectos o por rascarse la piel con brusquedad o frecuencia. Este último mecanismo es el que explica, al menos en parte, la aparición de granulomas piógenos en niños.
¿Cómo se diagnostica un granuloma piógeno?
Normalmente el diagnóstico es clínico, es decir, lo realiza el especialista en su consulta, si bien en ocasiones puede ser necesaria una biopsia para confirmar el diagnóstico. La biopsia también ayuda a descartar afecciones médicas malignas (cancerosas) que pueden causar un tipo de crecimiento similar.
La biopsia será útil, además, ya que hasta la mitad de los casos tratados reaparecerán (volverán a crecer) y necesitarán un segundo tratamiento.
¿Cómo se tratan los granulomas piógenos? ¿Son graves?
Los granulomas piógenos son benignos, es decir, no son cancerosos. Son causados por la proliferación de capilares y no por infección o cáncer. Aun así, siempre existe la preocupación de que puedan ser cancerosos, y en raras ocasiones un cáncer puede tener una apariencia similar a un granuloma piógeno, lo que se resuelve mediante la biopsia.
Aunque los granulomas piógenos no son graves, se puede considerar el tratamiento debido al riesgo de hemorragias o ulceraciones. Los granulomas piógenos se tratan mediante la resección, o extracción.
En ocasiones, se desprenden solos, quedando un pequeño vaso sangrante, que es razón frecuente de consulta en el servicio de urgencia.
En el caso de las lesiones orales o nasales en niños, el riesgo de hemorragias recurrentes puede hacer aconsejable la resección inmediata. Por lo general, se trata de cirugía simple, ambulatoria y de bajo riesgo. En niños se emplea anestesia general.
Cuando se trata de lesiones nasales en niños, debe tenerse cuidado de evitar el “introducir a menudo el dedo en la nariz”.
En el caso de granulomas piógenos que crecen en el ojo, es aconsejable acudir a un oftalmólogo pediátrico.
Doctora Dorita Espinosa
Cirugía Infantil
Cirugía plástica y reparadora infantil